Pero antes, quisiera presentarme. Mi nombre es Martín Mazzeo. Soy realizador audiovisual, estudié la carrera de Dirección y Producción de Cine, TV y Video, entre el año 2000 y el 2002. Desde esa época, tengo el enorme placer y orgullo de trabajar de lo que me gusta. Trasladar a una pantalla, o a un papel fotográfico, una idea que me surge, fue mi sueño desde chico. En ese entonces dibujaba, quería hacer historietas. Luego, un día, alguien puso en mis manos una camarita de video y mi vida nunca más fue igual. Empecé haciendo cortos caseros, luego con los estudios fui aprendiendo y perfeccionando mi técnica, y finalmente me lancé a hacer de esto una forma de vida. Trabajé de forma independiente en varios programas de tv, en videoclips, en dos largometrajes y en muchos videos para empresas.
Más adelante, queriendo explorar aún más los secretos de la imagen, compré mi primer cámara réflex digital, una Nikon D80, con la que empecé a tomar fotografías como hobbie. Me gustó tanto, que emprendí una nueva etapa en mi vida, y estudié la carrera de Fotógrafo Profesional.
Otra de mis pasiones siempre fue la animación tradicional, específicamente la técnica de Stop Motion. Así que un buen día me metí a un curso anual, y aprendí los secretos de este arte. Hoy en día sigo aprendiendo, siempre se sigue aprendiendo. Me divierto aplicando ésta técnica a los diferentes trabajos que me encargan, es un plus, un toque distinto.
Y hace un tiempo, descubrí el placer de contar historias pequeñas, pero enormes para sus protagonistas. Poder entrar y ser parte, aunque sea por un rato, de cientos de historias de amor, cada una diferente de la otra, todas especiales. Participar de un momento tan íntimo y único como es un casamiento, un bautismo, un cumpleaños de 80. Encontrar ese gesto, ese instante, esa mirada, que encierran miles de palabras. Conseguir, a través de las fotos, a través de los videos, arrancar sonrisas, lágrimas, pasiones.
O entrar a una empresa a mostrar sus productos, a comunicar sus avances, y encontrar el lado humano, la calidez de su gente.
Esos son mis desafíos actualmente. Por esto creé Estudio Green Horse. De chico soñaba tener mi caballo verde, que hacía piruetas, que se sabía lavar los dientes y andar en bicicleta. Estudio Green Horse es lo que me recuerda, diariamente, que los sueños pueden lograrse.
En eso estoy, y los invito a ser parte.
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